miércoles, 23 de noviembre de 2011

Quiero compartir lo que aprendí en este año...


A través de todo el año escolar he aprendido en la materia de Socio-Política, una manera distinta de ver la vida, otra perspectiva de las cosas, desde Sócrates hasta el trabajo de la ONU, me he enriquecido con un sin fin de enseñanzas las cuales las he aplicado a mi vida personal y estoy ansiosa por poder llevarlo a la practica en mi rol docente.
Partiendo desde una actitud plena para filosofar dejo volar mi imaginación… Y me encuentro trabajando en un jardín en sala de 5 años con unos nenes maravillosos…
Los espero en la puerta de la sala, observándolos con atención y veo que uno de mis alumnos llega llorando y otro se preocupa por él, preguntándole ¿Qué le paso? , si quiere que lo ayude; el niño que lloraba le cuenta entre lágrimas que sus papas van a separase y otro de los niños se acerca y dice: - ¡Que confíe en Dios, pues él puede hacer un milagro! Y otra nena, que escucho la conversación,  le pregunta si quiere un poco de jugo y unos caramelos para no llorar más. Desde la puerta puedo ver las acciones del Espíritu Santo en mis alumnos, distintos carismas y esto me llena de alegría.
Luego, de entrar a la salita, hablamos del problema (después de haber consolado al niño) les remarco lo contenta que estoy  por que muchos nenes se  acercaron a hablar con él.
Mediante preguntas les propongo hablar de las diferentes familias que existen y que tipos de familias conocen, no solo las suyas sino en todas las familias del barrio, del país y del mundo, de este modo voy creando en ellos una conciencia de que somos parte de un mundo, el cual quizás no conozcan, pero pertenecemos. Y ellos comienzan a decir todos juntos: -con una mama y un papa, con una abuela y la mama, con papas adoptivos, con una mama sola… les pido que nos organicemos y hablemos de a uno, así nos podemos escuchar y respetar todos.
Luego de esto y mediante el Método Socrático logramos llegar juntos a una conclusión final que hay diferentes tipos de familias y que lo más importante es que haya amor en ella.
Como docente uso constantemente este método para captarla atención de mis alumnos, enseñarles a escuchar y a expresarse.
Llega la hora del recreo y nos disponemos a salir al patio, todos corren y se aprietan en la puerta, uno golpea a otro y este se pone a llorar, yo intervengo y les digo que vuelvan todos a sus sillitas y recordando a Aristóteles les hablo del actuar bien y del actuar mal, tenemos un compañerito llorando por haber actuado mal, ahora cambiemos la actitud y tratemos de actuar bien para lograr lo que todos queríamos… ir al recreo.
Ya en el parque, los invito a sentarse en ronda y a cerrar los ojos y poner atención en lo que escuchan… (los niños vienen al jardín con muchas cargas de sus casas y quizás nadie se toma un tiempo para que ellos puedan relajarse y desconectarse de esos problemas y sobre todo disfrutar  de la naturaleza).
Mi objetivo es que puedan tener una actitud para filosofar, escuchar los pájaros, el sonido del tren desde lejos, los ladridos de los perros, con los ojos aun cerrados, tocar el pasto… en fin, participar en lo maravilloso que es el contacto con nuestro ambiente natural. Y a través del diálogo Platónico poder dialogar de lo que hemos experimentado, el ocio y el asombro.
Luego de este tiempo debemos volver a la sala para tomar la merienda, cada uno en su mesa prepara su tasita y servilleta, llega la portera para servir la leche y  uno de los nenes tira la taza,  derrama la leche en la mesa y en el piso, me mira y me dice - ¡”Que lo limpie la portera”! yo lo miro y le explico que dentro del jardín trabajan muchas personas ,la directora, la secretaria, las maestras y la portera y todos tienen una función, la portera es la que limpia y con amor y respeto le vamos a pedir que nos ayude.
Ya a la hora de la salida todos los papas se amontonan en la entrada y se enojan porque no ven a sus hijos… y como yo estoy de turno, recordando a Gandhi les pido colaboración y paciencia (dos grandes virtudes de el), para poder llevar en una forma ordenada la salida, les pido que hagan un cordón y teniendo su colaboración por medio de la no violencia salen los niños en paz.
Mi día de clase termina… recuerdo y agradezco lo aprendido en 2do año en Socio-Política!!!!

                                       Flavia Cepeda…alumna del profesorado de educación inicial.  


   http://pongamosluz.blogspot.com/

lunes, 21 de noviembre de 2011

¡¡¡¡Nuestro Día...!!!!

28 de Mayo:"Día de la Maestra Jardinera" y "Día de los Jardines de Infantes"


Los primeros años de vida son los que forman el futuro de las personas, los que alientan sus motivaciones y marcan el principio de su desarrollo intelectual y motriz. La educación organizada y metodológica en esta etapa de la niñez permite un crecimiento más completo de los pequeños y facilita su inserción en la escuela primaria.
A la destacada maestra Rosario Vera Peñaloza debemos su difusión en nuestro país.

El 28 de mayo de 1950, a los 77 años, falleció Rosario Vera Peñaloza, destacada educadora riojana que fue declarada por sus seguidores como "La Maestra de la Patria". En homenaje a ella, la fecha de su fallecimiento fue perpetuada como "Día de la Maestra Jardinera" y "Día de los Jardines de Infantes".http://salaamarilla2009.blogspot.com/2009/12/trabajo-integrado-de-musica-y-plastica.html

"¿POR QUÉ LAS MAESTRAS GRITAN?"

 ¿cómo se enseña filosofía a los chiquitos? Existen distintos métodos, que varían según el profesor. Algunos prefieren utilizar textos clásicos, adaptados para chicos, y otros, libros especialmente escritos. Aquí, un ejemplo:

Camila Vilcinskas es maestra de primer grado del colegio San Marcos, de las Lomas de San Isidro. Pide a sus alumnos que se sienten en el piso, en una ronda. Lee con detenimiento un texto y da tiempo a que los chicos se formulen preguntas.
No demoran ni un instante. Camila anota en el pizarrón: "¿De dónde sale el agua de la lluvia? ¿Por qué llueve? ¿Por qué se pelearon los chicos? ¿Por qué las maestras tienen que retar a los chicos? ¿Por qué las maestras gritan para retar?"
Los chicos se entusiasman con el tema de las peleas. Loli, una de las alumnas dice con seguridad: "Es lo mismo pelear y jugar a lo bruto, porque le pegás fuerte y no despacio. Jugando le pegás despacito, pero peleando, más fuerte". Cata, otra compañera, agrega: "Si hablás de la pelea, hablás, pero no pegás".
El diálogo sigue, dinámico. La mayoría hace esfuerzos por dar más argumentos. Después, los chicos tendrán un tiempo para anotar lo que pensaron en un cuaderno.
Camila, la maestra, explica que "esto ayuda a que los chicos aprendan a escucharse para después refutar o dar otro ejemplo. La idea no es que se vayan con todas las respuestas".
Según Santiago, para que el método resulte, el maestro no tiene que explicitar su postura -ni siquiera en los casos de moral-, sino estar atento a que los chicos no usen falacias, no den enunciados ambiguos, ejemplifiquen y respeten las pautas de trabajo
Esteban Speyer, secretario académico de la carrera de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), afirma que la actitud filosófica "es muy beneficiosa", pero el trato con niños implica una gran responsabilidad. "Los chicos vienen de sus familias con una serie de creencias -dice-, y la filosofía, como tal, no acepta supuestos." Afirma que es importante que el docente sepa cuál es el límite hasta donde puede enfrentar a los más chicos a cuestionar sus creencias.
Para Diego Jarak, que da clases en segundo grado del Jardín de la Esquina, en Belgrano, hay otras dificultades para sortear y se relacionan con que los colegios se animen a desarrollar programas más atrevidos. "En el aula todo fluye. Los chicos se enganchan mucho, son clases distendidas -dice Jarak-. Somos honestos y les decimos que no venimos a enseñarles nada, sino a intercambiar saberes."
Vera Waksman, profesora de Filosofía de la UBA, que dicta clases en el Colegio Paideia, de Villa Crespo, recomienda a los docentes que apliquen estos métodos para atravesar una experiencia similar a la de los chicos. "Está claro que no todos los temas están al alcance de todo el mundo; en eso consistirá la habilidad del docente para discutir", agrega.
Y fuera del aula, ¿qué pueden hacer los padres? "Abrir en ellos mismos el espacio para esas preguntas -dice el filósofo Alejandro Rozitchner-. La filosofía no se puede enseñar como una materia de contenidos. Se vive, se comparte, se experimenta como un camino de búsqueda siempre personal."
Según Rozitchner, "todo chico, al crecer, presenta a sus padres la oportunidad de pensar de nuevo el mundo. Si los padres aceptan ese desafío de pensamiento, abren en la relación con el chico un espacio de pensamiento filosófico". .